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3 errores más comunes de la definición muscular

 

A la hora de aumentar el volumen muscular la estrategia básica pasa por ingerir muchas calorías y entrenar con mucho peso y aunque se cometan fallos es todavía posible alcanzar resultados bastante óptimos. No así cuando se busca eliminar la grasa.

Si das pasos equivocados durante la fase de definición, no te librarás de esa adiposidad subcutánea que impide que los músculos se vean recortados y en todo su esplendor.

Veremos algunos de esos pasos erróneos más comunes en definición muscular para evitarlos en la medida de lo posible.

Hacer dieta estricta todo el tiempo

Una dieta de definición tiene que estar exenta de alimentos grasientos, como fritos, rebozados, etc, así como todos los provenientes de la llamada comida rápida.

También hay que eliminar del menú todo lo relacionado con los dulces o alimentos típicos de bollería, como panes blancos, pastas, repostería, etcétera.

Sin embargo, saltarse esa regla de tanto en cuando no sólo no es perjudicial, sino que puede ser positivo para alcanzar y mantener la definición.

Aunque parezca extraño hay que hacer trampa de vez en cuando, una vez cada semana es un buen promedio, porque así se mantiene activo el metabolismo y se producen las hormonas tiroides que queman la grasa.

Si mantenés al cuerpo a dieta siempre, consumiendo el mismo número de calorías, el metabolismo se ralentizará y cada vez te será más difícil manteneros definidos.

De manera que una vez a la semana disfrutá de esas pizzas, salchichas o hamburguesas que tanto te gustan y hacelo sin remordimientos, pero eso sí, sólo una vez cada siete días y sin ingerir una cantidad excesiva de calorías.

Comer pocas veces al día

Cuando se está dispuesto a deshacerse de la grasa cueste lo que cueste todo es válido, como comer menos veces al día.

Ese error es mayúsculo, porque al hacerlo se está indicando al cuerpo que se ponga a preservar las reservas de grasa y a quemar músculo.

Numerosos estudios han comprobado que cuando el cuerpo pasa muchas horas sin recibir alimento, se pone en marcha el mecanismo de supervivencia que preserva la grasa almacenada, que es la que asegura la vida, y en su lugar el organismo sacrifica el tejido muscular como fuente de energía.

COMER MUCHAS VECES AL DÍA NO SIGNIFICA COMER MÁS, SINO REPARTIR MÁS LA MISMA CANTIDAD DE ALIMENTO.

Ante esa situación no degrada la grasa sino el músculo y al mermar éste se aminora el metabolismo y se entra en un círculo vicioso de más retención de tejido graso. Hay que hacer justo lo contrario, comer muchas veces al día y en pequeñas cantidades, primero porque así estás enviando el mensaje al organismo de que hay abundancia de alimento y que por tanto no hay necesidad de preservar la grasa.

Otra buena razón es que cada vez que comemos hay un gasto que se llama dinámico y que proviene del simple hecho de comer, es decir la acción de comer y digerir los alimentos también consume calorías, así que si el mismo volumen de comida lo repartís en varias ocasiones, el gasto energético será mayor.

Por último, el comer con frecuencia activa el metabolismo y hace que éste gaste más calorías a lo largo del día, incluso cuando estás dormidos.

Hacer ejercicio cardiovascular de baja intensidad

El ejercicio aeróbico o cardiovascular es un instrumento de gran eficacia para definir y quemar la grasa subcutánea, pero no todo el ejercicio aeróbico tiene los mismos efectos.

Durante años se ha venido recomendando hacer sesiones de actividad física moderada y de larga duración. Se partía de la base que la actividad de baja intensidad se alimenta de la grasa, mientras que la alta lo hace de la glucosa y el ATP y que cuando éstos sustratos se agotan entonces el cuerpo recurre a la destrucción del músculo para obtener los aminoácidos ramificados que puede convertir con rapidez en glucosa.

Eso hace que la gente se programe el tiempo y pase 30 o 45 minutos haciendo poco más que nada. Muchos ni siquiera sudan y creen que como han pasado el tiempo previsto, han cumplido con el objetivo. Ese es otro paso equivocado. El ejercicio aeróbico ha de ser de una intensidad mayor o no servirá de casi nada.

Según estudios recientes, el ejercicio aeróbico de alta intensidad y breve duración es el mejor para quemar grasa y activar el metabolismo, preservando la masa muscular. Según estos estudios basta con 15 – 20 minutos de actividad con picos de alta intensidad seguida de actividad moderada, es decir de intervalos previstos. Por ejemplo, un sprint de medio minuto, seguido de uno de marcha rápida.

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