
Entrenamiento aeróbico o anaeróbico. ¿Cuál elegir?
Entrenamiento Aeróbico
El entrenamiento aeróbico incluye actividades de baja intensidad y larga duración como correr, nadar o andar en bicicleta. Estos ejercicios aumentan el ritmo cardíaco y requieren oxígeno para producir energía.
¿Cómo funciona? Quema grasa y carbohidratos.
Durante este tipo de actividad, el cuerpo utiliza hidratos de carbono y grasas como fuentes de energía, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan el descenso de peso.
Resistencia y salud cardiovascular: ideal para mejorar capacidad pulmonar y fortalecer el corazón.
Entrenamiento Anaeróbico
El entrenamiento anaeróbico incluye ejercicios de alta intensidad y corta duración como el levantamiento de pesas, sprints o HIIT. El cuerpo obtiene energía de fuentes inmediatas como el glucógeno almacenado en los músculos, sin depender del oxígeno.
Fortalece el sistema musculoesquelético:
Al realizar ejercicios anaeróbicos, se estimula el crecimiento muscular y la fuerza.
Este tipo de entrenamiento es clave para tonificar y aumentar masa muscular.
Rendimiento explosivo: Mejora la capacidad de realizar esfuerzos cortos y rápidos, ideal para atletas que buscan potencia.
¿Cuál elegir?
Ambos tipos de entrenamiento son importantes y complementarios. Si tu objetivo principal es quemar grasa y mejorar tu resistencia, elegí el entrenamiento aeróbico. Si lo que buscas es ganar fuerza y definir musculatura, el anaeróbico es perfecto.